Shaun Tan
Barbara Fiore Editora

La ciudad en verano es el campo de juego perfecto para dos niños pequeños con todo el tiempo del mundo en sus manos.
El lector está invitado a formar parte de un mundo que no le pertenece, que es del todo de los niños, un mundo donde las reglas están creadas por y para ellos, reglas que a ojos de un adulto podrían parecer absurdas o ridículas, pero cuyo incumplimiento podría abrir las puertas a los más oscuros seres misteriosos y a los mayores terrores imaginables.

A lo largo de las páginas, se va presentando cuál es el resultado de no cumplir reglas tan sencillas como no dejar un calcetín rojo en el tendedero o no pisar caracoles. La magia de las ilustraciones de Shaun Tan provoca una mezcla de desconcierto e identificación por parte del lector, quien, poco a poco, va dejando a un lado su forma de construir el mundo para pasar a verlo como estos dos niños solitarios que juegan en un escenario surrealista sin mayor preocupación que la de cumplir sus propias normas. Juego y vida se van tejiendo de tal forma que configuran un todo desconcertante, humorístico, descorazonador, tierno, esperanzador a partes iguales.

LAS REGLAS DEL VERANO

Sin stock
LAS REGLAS DEL VERANO
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Shaun Tan
Barbara Fiore Editora

La ciudad en verano es el campo de juego perfecto para dos niños pequeños con todo el tiempo del mundo en sus manos.
El lector está invitado a formar parte de un mundo que no le pertenece, que es del todo de los niños, un mundo donde las reglas están creadas por y para ellos, reglas que a ojos de un adulto podrían parecer absurdas o ridículas, pero cuyo incumplimiento podría abrir las puertas a los más oscuros seres misteriosos y a los mayores terrores imaginables.

A lo largo de las páginas, se va presentando cuál es el resultado de no cumplir reglas tan sencillas como no dejar un calcetín rojo en el tendedero o no pisar caracoles. La magia de las ilustraciones de Shaun Tan provoca una mezcla de desconcierto e identificación por parte del lector, quien, poco a poco, va dejando a un lado su forma de construir el mundo para pasar a verlo como estos dos niños solitarios que juegan en un escenario surrealista sin mayor preocupación que la de cumplir sus propias normas. Juego y vida se van tejiendo de tal forma que configuran un todo desconcertante, humorístico, descorazonador, tierno, esperanzador a partes iguales.