Juan Dimilta     
Primera sudamericana 
isbn 9789500732314

Es el año del conejo en la antigua China y se espera una tormenta de
dimensiones apocalípticas. Hasta acá, nada que no pueda deducirse del
título. Pero hay más: el emperador despierta y descubre uno tras otro
los nueves signos que auguran la llegada del fenómeno climatológico que
amenaza terminar con sus días como gobernante. Por supuesto que el
hombre se aterra y no es para menos: su primerísimo secretario es un tal
Confucio, que por más buena voluntad que le ponga, cada tanto se vuelve
inoportuno y molesto. Tanto así que el Emperador lo manda a ejecutar más
seguido de lo aconsejable. Y por el mismo precio se le sumarán una nube
amenazante y bastante altanera y el mago de la corte, un tal señor Fa,
que daría su colección de pañuelos y conejos por ver al Emperador de
rodillas. Lo que se dice una combinación nada saludable para su
Majestad, pero tal vez muy entretenida para los lectores.

La tormenta en el año del conejo

La tormenta en el año del conejo
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

     Juan Dimilta     
Primera sudamericana 
isbn 9789500732314

Es el año del conejo en la antigua China y se espera una tormenta de
dimensiones apocalípticas. Hasta acá, nada que no pueda deducirse del
título. Pero hay más: el emperador despierta y descubre uno tras otro
los nueves signos que auguran la llegada del fenómeno climatológico que
amenaza terminar con sus días como gobernante. Por supuesto que el
hombre se aterra y no es para menos: su primerísimo secretario es un tal
Confucio, que por más buena voluntad que le ponga, cada tanto se vuelve
inoportuno y molesto. Tanto así que el Emperador lo manda a ejecutar más
seguido de lo aconsejable. Y por el mismo precio se le sumarán una nube
amenazante y bastante altanera y el mago de la corte, un tal señor Fa,
que daría su colección de pañuelos y conejos por ver al Emperador de
rodillas. Lo que se dice una combinación nada saludable para su
Majestad, pero tal vez muy entretenida para los lectores.