Texto de Roland Topor e ilustraciones de Pat Andrea 
Libros del zorro rojo 
ISBN: 978-84-945950-3-5 
Poderosas dosis de humor negro y surrealismo destilan las páginas de Acostarse con la reina y otros relatos, del irreverente y corrosivo autor francés de raíces polacas, Roland Topor. Leer sus cuentos es caminar por el filo de su apellido (Hacha, en polaco) ante la inminencia de lo inesperado. El banquete toporiano se sirve crudo; a él se nos invita como alimento de nuestro propio asombro. 
Pat Andrea acentúa lo poderoso del corte de las escenas toporianas, en figuras humanas rebeladas de la proporción, en contrastes cromáticos que multiplican la atención que ejerce lo grotesco. «Joseph siguió la dirección de la mirada. Vio cómo entre la hierba se escabullía una línea de la vida amarilla. Horrorizado, contempló su mano abierta. No tenía ninguna línea inscrita. Vio las dos marcas dejadas por los colmillos de la víbora.»

Acostarse con la reina y otras delicias

Sin stock
Acostarse con la reina y otras delicias
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Texto de Roland Topor e ilustraciones de Pat Andrea 
Libros del zorro rojo 
ISBN: 978-84-945950-3-5 
Poderosas dosis de humor negro y surrealismo destilan las páginas de Acostarse con la reina y otros relatos, del irreverente y corrosivo autor francés de raíces polacas, Roland Topor. Leer sus cuentos es caminar por el filo de su apellido (Hacha, en polaco) ante la inminencia de lo inesperado. El banquete toporiano se sirve crudo; a él se nos invita como alimento de nuestro propio asombro. 
Pat Andrea acentúa lo poderoso del corte de las escenas toporianas, en figuras humanas rebeladas de la proporción, en contrastes cromáticos que multiplican la atención que ejerce lo grotesco. «Joseph siguió la dirección de la mirada. Vio cómo entre la hierba se escabullía una línea de la vida amarilla. Horrorizado, contempló su mano abierta. No tenía ninguna línea inscrita. Vio las dos marcas dejadas por los colmillos de la víbora.»