Márgara Averbach
Adriana Hidalgo 

Un proyecto estético y urbano de carácter comunitario, embellecer una triste calle cortada de Buenos Aires –para la cual el Pasaje Lanín del barrio porteño de Barracas sirvió de inspiración–, moviliza a los más diversos vecinos del barrio, que deberán hacer a un lado sus diferencias y prejuicios, para dejarse ganar por sus fantasías y llevar a cabo un trabajo que sólo puede ser realizado entre todos. «Una cuadra» es una novela del presente, con su dinámica y sus problemas; un registro de acontecimientos en tiempo real, que no solo llama la atención por sus historias entrecruzadas sino por el hiperrealismo, contención y sobriedad de la narración. Desde el comienzo aparece un inteligente uso desdoblado del punto de vista, focalizado en uno de los personajes, Lara, y en una narradora que sorprende con sus opiniones y digresiones. En las primeras páginas, la novela permite al lector ubicarse en el escenario de una acción que se resuelve en torno a una unidad de lugar. A partir de allí, una rica galería de personajes ensimismados en sus rutinas, despertará poco a poco para sumarse a la voluntad comunitaria. La construcción de los personajes es sin duda otro punto fuerte de la novela, porque se trata de personajes cuyas historias se desarrollan en forma paulatina, ágil y fluida, lo cual sostiene sin fisuras el interés del lector hasta el final. «Una cuadra» es la obra ganadora del Premio Biblioteca Nacional de Novela 2008, “Eugenio Cambaceres”, con un jurado integrado por Josefina Ludmer, Matilde Sánchez y Luisa Valenzuela.

Una cuadra

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Márgara Averbach
Adriana Hidalgo 

Un proyecto estético y urbano de carácter comunitario, embellecer una triste calle cortada de Buenos Aires –para la cual el Pasaje Lanín del barrio porteño de Barracas sirvió de inspiración–, moviliza a los más diversos vecinos del barrio, que deberán hacer a un lado sus diferencias y prejuicios, para dejarse ganar por sus fantasías y llevar a cabo un trabajo que sólo puede ser realizado entre todos. «Una cuadra» es una novela del presente, con su dinámica y sus problemas; un registro de acontecimientos en tiempo real, que no solo llama la atención por sus historias entrecruzadas sino por el hiperrealismo, contención y sobriedad de la narración. Desde el comienzo aparece un inteligente uso desdoblado del punto de vista, focalizado en uno de los personajes, Lara, y en una narradora que sorprende con sus opiniones y digresiones. En las primeras páginas, la novela permite al lector ubicarse en el escenario de una acción que se resuelve en torno a una unidad de lugar. A partir de allí, una rica galería de personajes ensimismados en sus rutinas, despertará poco a poco para sumarse a la voluntad comunitaria. La construcción de los personajes es sin duda otro punto fuerte de la novela, porque se trata de personajes cuyas historias se desarrollan en forma paulatina, ágil y fluida, lo cual sostiene sin fisuras el interés del lector hasta el final. «Una cuadra» es la obra ganadora del Premio Biblioteca Nacional de Novela 2008, “Eugenio Cambaceres”, con un jurado integrado por Josefina Ludmer, Matilde Sánchez y Luisa Valenzuela.